Si bien en los últimos meses se constata una recuperación de las ventas, la volatilidad de la macroeconomía genera una actitud expectante.

La clásica encuesta anual realizada por IDEA a sus ejecutivos asociados, elaborada por D’Alessio IROL desde hace 25 años, se llevó a cabo este año en un marco complejo (ya con dos cambios de ministros de Economía) y arrojó como conclusión clara la expectativa de los empresarios locales acerca de la economías y las ventas para lo que resta de este año, y para el año próximo.

En los resultados del relevamiento, se destacó que “la reducción del déficit fiscal es la piedra angular del cambio en la tendencia económica”.

Los últimos indicadores oficiales y privados, de actividad, empleo y de las propias finanzas públicas mostraron un cuadro heterogéneo, con rubros que mejoran y otros que se deterioran, a tono con la incertidumbre que generan la alta inflación y el muy bajo nivel de reservas propias del Banco Central, en particular en la primera quincena de agosto, cuando se hizo la encuesta.

La incertidumbre prevaleciente en la primera mitad de 2022 expuso toda la fragilidad de la economía, que explica la percepción que volcaron los empresarios de que se estaba peor que en el semestre anterior, pese a que repuntó el consumo.

El estudio se realizó en los días inmediatamente posteriores a la asunción de Sergio Massa como titular de la cartera de Economía (que sumó a los ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca), por lo que las primeras impresiones empresariales no dan cuenta de los sucesivos paquetes de medidas impulsados por el nuevo “superministro” ni de las repercusiones de su gira por Estados Unidos.

Estas fueron algunas de las principales conclusiones sobre la microeconomía:

1) La evaluación de las propias empresas es mejor que la del país.

2) Ventas y exportaciones denotan la retracción general que se vive.

(Puede continuar leyendo esta nota en la Edición Digital de Revista Punto de Venta N° 319).