Si bien hubo una caída interanual, al dejar de lado la comparación contra el año pasado, se observa una situación de cierta estabilidad en las ventas, según el último informe de la consultora Scentia.

Es hora de que los líderes empresariales superen la etapa de “enamoramiento” que ya “Todo es según el color del cristal con que se mira”, dice el poema de Ramón de Campoamor (1817-1901). Hoy, la economía nos presenta un claro ejemplo de ese aforismo. ¿Cómo evolucionan las ventas de consumo masivo? Si se comparan interanualmente, el panorama puede parecer poco menos que apocalíptico. Las ventas en supermercados y autoservicios cayeron 20,4% en octubre, según el último relevamiento de la consultora Scentia. El mismo alertó también que los datos se ven influenciados por la alta base de comparación que dejó el período electoral del 2023, dado el impulso “artificial” al consumo que implementó el gobierno anterior. En la medición mensual desestacionalizada, se observa estabilidad en las unidades vendidas desde abril hasta ahora, aunque la misma tiene características de estancamiento.

El consumo masivo acumuló un retroceso de 12,8% en lo que va del año, y además del factor mencionado, se explica por el menor poder adquisitivo de los consumidores.

El dato de octubre implica una leve desaceleración respecto al desplome de 22,3% que había marcado septiembre y que había sido la peor performance en los últimos veinte años. Ese proceso se da en paralelo a una constante desaceleración de la inflación, pero una recuperación heterogénea de los salarios. Todas las categorías de productos mostraron abruptas caídas en octubre, aunque la peor baja se vio en el rubro “impulsivos”, con 29,1%, seguido por “higiene y cosmética” (25,8%), “bebidas con alcohol” (22,3%), “bebidas sin alcohol” (17,1%), “desayunos y meriendas” (19,3%), “limpieza de ropa y hogar” (18,2%), “perecederos” (17,2%) y “alimentación” (17,1%).

(Puede continuar leyendo esta nota en la Edición Digital de Revista Punto de Venta N° 345).