Los consumidores hoy demandan una mayor amplitud de opciones a la hora de pagar sus compras, priorizando cuestiones tales como comodidad, practicidad y seguridad. Un estudio de Fiserv analiza la situación actual de nuestro país.

Con el objetivo de brindar información útil para la toma de decisiones acerca de la evolución de los medios de pago, Fiserv -compañía global de procesamiento de pagos y tecnología de servicios financieros, con más de 35 años de experiencia y presencia en más de 100 países- presentó la tercera edición de su informe Números que hablan, donde analiza la realidad local.

A fin de contextualizar la situación, cabe señalar que el actual contexto de uso de métodos alternativos al efectivo para comprar y pagar, trajo consigo un escenario una enorme posibilidad para reactivar el consumo y un gran desafío para todos los comercios: estar preparados para aceptar el medio de pago que su cliente elija.

Una de las capacidades que tanto los usuarios como los comercios han tenido que desarrollar durante estos años fue la flexibilidad. En el caso de los comerciantes, el poder buscar opciones para continuar vendiendo pese a las restricciones, los alentó a incursionar en nuevos medios de cobros para reinventarse, atraer a más clientes y proyectar sus negocios. A la hora de elegir un proveedor de terminales y servicios financieros, los comercios destacan que, además de contar con una terminal fácil de usar, el elemento de la seguridad es el más importante.

En un contexto en el que vuelve a verse el uso del efectivo, este aspecto resulta de peculiar interés para la industria, con un gran desafío en común: continuar desalentando su uso y proteger a los comercios, impulsando los beneficios de la digitalización de los medios de pago.

(Puede continuar leyendo esta nota en la Edición Digital de Revista Punto de Venta N° 333).