Las nuevas demandas de la sociedad impulsan la adopción de los códigos QR con estándares GS1. Varias empresas líderes se unieron para lograr  que en 2027, estos códigos sean el nuevo estándar global.

Cincuenta años después de que se escaneara por primera vez el código de barras, 22 empresas líderes -algunas de las cuales están entre las más grandes del mundo- firmaron una declaración conjunta global pidiendo la transición a códigos QR con estándares GS1, con un claro objetivo: revolucionar la experiencia del consumidor. Entre las compañías firmantes figuran Procter & Gamble, Alibaba, Carrefour, IGA, JD.com, J.M. Smucker, Lidl, L’Oréal, Nestlé, y Savencia. Esta iniciativa tiene como objetivo que los códigos QR con estándares GS1 sean adoptados por minoristas y fabricantes a nivel mundial para fines de 2027.

Los mencionados códigos QR pueden brindar acceso a una gran cantidad de información sobre los productos, que resulta fácilmente accesible a través de los smartphones actuales. Esto abre una amplia gama de nuevas posibilidades para consumidores, fabricantes y minoristas. Por ejemplo, brinda acceso a toda la información que los consumidores necesitan y desean; mejora la trazabilidad e impulsa la eficiencia a lo largo de la cadena de suministro. Otros beneficios son los siguientes:

―Opciones más inteligentes. Desde el momento en que la información al consumidor ya no está limitada por el espacio del packaging, los códigos QR impulsados por GS1 permiten compartir desde tutoriales en video hasta recetas, proporcionando amplios conocimientos sobre los productos y sus usos potenciales.

―Conocimientos medioambientales. Con la creciente demanda de consumidores que buscan comprender los impactos ambientales de los productos, estos códigos QR pueden brindar información clave: dónde se generó el producto, con qué componentes y con qué huella de carbono. También se puede orientar sobre el reciclaje y la reutilización de envases.

―Alimentos más seguros. Junto con la salud y la nutrición, los códigos QR impulsados por GS1 pueden facilitar el acceso a información regulatoria. Por ejemplo, consejos detallados sobre alergias y fechas límites sugeridas de venta o de consumo. Eso permite que los alimentos vencidos puedan ser identificados y rechazados en el momento de pagar, y que aquellos cercanos a su caducidad puedan venderse a precios reducidos. Eso genera una reducción en el desperdicio de alimentos.

(Puede continuar leyendo esta nota en la Edición Digital de Revista Punto de Venta N° 341).