La combinación de inflación y recesión hizo que la retracción acumulada del consumo
en los primeros tres meses del año llegara a 5,1%. Marzo fue el mes de mayor caída,
con una baja de 7,5% en relación al mismo mes del año pasado.
Tras un año en el cual las ventas de consumo masivo tuvieron un comportamiento
levemente positivo, pese a la aceleración de la inflación, el 2004 presenta un cambio
en la tendencia. Los datos de la consultora Scentia ponen en evidencia que desde que
empezó el año, las ventas en los supermercados y autoservicios registran caídas como
producto de la recesión.
Concluido el primer trimestre, se puede afirmar que marzo fue el mes más negativo:
casi duplicó la caída de febrero. El desplome fue del 7,5%, y se acumula una retracción
de -5,1% en el primer trimestre del año. Estos datos están en línea están en línea con
otras fuentes del mercado que también registran las menores cantidades de productos
vendidos -no sólo en alimentos sino también en bienes más prescindibles como ropa,
calzado, y demás servicios- frente al avance de la inflación y la quietud de los salarios.
De acuerdo con la medición de Scentia en las góndolas de los supermercados y
autoservicios, en marzo el nivel de precios ponderado se mantuvo en aceleración y
superó el 345% interanual, un nivel superior a la inflación general. Según el INDEC, el
alza del Indice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo fue del 11% y acumula una
suba del 287,9%.
“A diferencia de lo sucedido en enero y febrero, también los autoservicios
independientes se retrajeron en marzo y en mayor proporción que los
supermercados”, señaló Osvaldo del Rio, Director de Scentia.
(Puede continuar leyendo esta nota en la Edición Digital de Revista Punto de Venta N°
338).