La tecnología, la evolución de los hábitos de compra y la coyuntura económica de los distintos países rediseñan las estrategias de venta del canal minorista.
Una serie de cambios que se están produciendo en todo el mundo, augura importantes modificaciones en los esquemas mediante los cuales los comercios minoristas apelan a sus respectivos públicos. Se trata de una combinación de tendencias globales con cuestiones vinculadas con la coyuntura específica de cada país, y con la evolución tecnológica.
A eso se suman las dramáticas modificaciones que impulsó en su momento la pandemia, y que revolucionaron las formas tradicionales de comprar. Las personas alternan continuamente entre canales digitales y físicos, lo que hace que los viajes lineales de los clientes sean casi una reliquia del pasado. Los consumidores también se han vuelto más cautelosos en la forma en que se capturan y utilizan sus datos, pero aún esperan un viaje personalizado que mantenga tanto la conveniencia como el propósito de la marca a la vanguardia. Este panorama cambiante ha dirigido a los equipos de marketing y a las organizaciones a repensar la mezcla de talento que necesitan para cumplir con las nuevas expectativas de los consumidores. En este entorno, se fueron redefiniendo las estrategias de compra de los clientes, conduciendo a nuevos desafíos internos y externos para las empresas de consumo masivo. Tras realizar una investigación entre ejecutivos de alto nivel y consumidores de todo el mundo, la firma Deloitte recopiló datos e ideas que revelaron las formas en que las marcas están repensando holísticamente su enfoque, para seguir siendo competitivas.
(Puede continuar leyendo esta nota en la Edición Digital de Revista Punto de Venta N° 336).