Formas, volúmenes y gamas cromáticas adquieren una importancia significativa al lograr que distintos tipos de clientes capten los mensajes sin problemas. Este idioma visual llega en forma directa al cerebro, por lo que resulta prácticamente universal.
A medida que transcurren los años es evidente que los adelantos tecnológicos, la enorme densidad de población en los centros urbanos, la congestión en las vías y los sitios públicos e inclusive la saturación de medios de comunicación, ha traído como consecuencia una notoria disminución del tiempo y la disponibilidad de las personas para llevar a cabo actividades paralelas, pero absolutamente indispensables, como hacer compras.
Es claro que la fatiga y las presiones de todo orden ejercen efectos negativos, de tal intensidad que pueden hasta llegar a dificultar la lectura de avisos. De ahí que toda esta información debe ser transformada a un idioma visual, que no exija ningún esfuerzo para su comprensión.
El diseño de estos mensajes, fundamentado en imágenes, ejerce sobre el comprador un efecto positivo: elimina el sentimiento de confusión, descartando por consiguiente la sensación de frustración a la que diariamente está expuesta la gente, y ahorra tiempo y energías, lo cual, a su vez, redunda en el estado de ánimo del consumidor y en su disposición para incrementar, de ser posible, su nivel de compras.
Tal como se ha venido explicando, la función principal de la señalización es orientar. Sin embargo, hay metas similares, como la de crear ambientes especiales para cada sección o complementar la decoración de los espacios, haciéndolos más atractivos al consumidor. Un ambiente cálido atrae.
Desarrollados estos elementos de comunicación visual se genera en los clientes un estado propicio para comprar, hecho que repercute directamente en el incremento de las ventas.
La avalancha de acontecimientos y de información que recibimos diariamente hace que para buscar efectividad en el mensaje, varios factores se compaginen: brevedad, claridad, sencillez y facilidad de visualización.
(Puede continuar leyendo esta nota en la Edición Digital de Revista Punto de Venta N° 326).